sábado, 7 de junio de 2014

domingo, 1 de junio de 2014

Mi profesor de Filosofía.

La primera vez que vi al profe de filosofía, en seguida me di cuenta de que no sería como los demás, y no me equivoqué. Me fijé en ese traje que llevaba siempre con su maletín, y esa corbata o pajarita que nunca se le olvidaba. Tengo que admitir que al principio me impuso un poco, ese traje le da una especie de importancia que a los demás profesores no se les presume. Por otro lado, me hizo ilusión que él fuera mi profe de filosofía, porque amigas mías lo tuvieron en años anteriores y me dijeron que sus clases son geniales, porque son diferentes. Solo me hizo falta oír el grito que dieron mis compañeros cuando se enteraron de que Enrique sería nuestro profe de filosofía, para darme cuenta de que realmente mis amigas no me mintieron. A pesar de que la filosofía también tiene su grado de dificultad, como cualquier asignatura, mi profe las hace muy llevaderas. Esa rutina que tiene de llegar a clase, decir esa especie de “discurso”, a veces inteligible de lo rápido que habla, poner el “Cuadrado de la muerte” y mirar a uno de nosotros para decirnos que no será el quién corte esta atalaya de conocimientos. Todas esas cosas son las que hacen que filosofía sea una de las asignaturas que mas me gustan, porque tengo que admitir, que es la clase en la que más me río, por no decir en la única; por lo tanto, esas cosas también hacen que Enrique sea uno de los profes que más me gustan, a la hora de llevar sus clases. Pienso que es un profesor que sabe cómo tiene que hacer su trabajo, para que los alumnos e incluso él, se sientan a gusto en cada una de sus clases. 

sábado, 17 de mayo de 2014

LAS ELECCIONES.


Ponerme en esta situación me resulta algo complicado. He oído tantas opiniones diferentes sobre las elecciones, que creo que todavía no tengo un significado concreto para poder definirlas; pero si me pusiera a pensar un significado sabiendo todas esas opiniones, podríamos definirlas como “nuestros pensamientos”. Cuando una persona alcanza la edad de 18 años, tiene la oportunidad de votar a una serie de personas que prometen cambiar nuestro futuro a mejor. Una vez que oímos lo que cada  representante nos promete, nosotros votamos a aquel, que al fin y al cabo, tiene nuestros mismos pensamientos, es decir, aquel que hará con nuestro futuro lo que nosotros mismos haríamos. Por una parte pienso, que las elecciones son una pérdida de tiempo, a la hora de tener que pensar a quién votar y a quién no, ya que luego ninguno de los representantes prometen lo que dijeron. También, por otra parte pienso, que las elecciones nos sirven de apoyo a la hora de replantearnos como viviremos dentro de unos años, con que normas y que prohibiciones. Si tuviera que ser sincera, no sabría a quién votar. Pienso que ninguno de los representantes de cada partido, hacen bien su trabajo, solo hay que ver que cada vez hay más crisis, más paro… Desde mi punto de vista creo, que si la situación no cambia, no hay mejoras en los temas importantes ni nada de eso, estaría mucho tiempo si votar, porque si votara, sería como caer una y otra vez en la misma piedra, es decir, que votando a quién vote, nadie nos va a sacar de la situación en la que nos encontramos. 

sábado, 22 de marzo de 2014

¿Me interesa lo que estudio en el instituto?



Esta pregunta me la he replanteado muchas veces, ¿realmente me interesa lo que estudio en el instituto? En cuanto a respuestas, di todas las posibles: si, no, incluso no sé. Si me dejaran tiempo para pensarlo, estoy segura de que diría que sí, que realmente me interesa lo que estudio; ya que he tenido la oportunidad de elegir el itinerario que más me convenía para un futuro, según lo que quisiera ser. Pienso que uno, no está obligado a estudiar el bachillerato, pero lo que está claro es que si quieres tener un futuro mejor, el bachillerato es la mejor salida, en mi opinión. Por otra parte, pienso, que con esta edad es un poco difícil elegir lo que será tu futuro, lo que te mantendrá. Desde pequeñitos, hemos tenido siempre esa profesión que nos encantaba tener de mayores, a mí, me pasaba; pero una vez que entras en el instituto, concretamente en bachillerato, se te cambian los planes completamente. Te empiezan a decir qué profesiones son las que mejor están de cara al futuro, y la mayoría de veces, esa profesión que querías tu de pequeño, ya no está, y te cambian todos los pensamientos que tenías de tu futuro. También es verdad que en muchas ocasiones, estando en clase, he pensado: y yo, ¿para qué quiero saber esto? En ese momento piensas en lo que vas a estudiar y crees que eso no te sirve de nada, pero si te lo están enseñando, será por algo, creo yo. En definitiva, pienso que si quieres tener un buen futuro, tienes que esforzarte por conseguirlo, y el mejor modo de empezar, es creer que lo que estas aprendiendo, te va a servir de mucho en el futuro. 

sábado, 8 de marzo de 2014

¿SOMOS MATERIALES?


¿Significamos algo en este mundo o realmente somos un juguete? Desde mi punto de vista, somos las dos cosas. Obviamente en este mundo significamos algo, ya que tenemos la capacidad de opinar y pensar y tenemos derechos. La libertad de expresión que nos define. Somos el único ser humano capaz de resolver problemas, juzgar inmediatamente y saber que está mal y que está bien, tenemos esa ética y moral que nos lo permite. Estos son pequeños rasgos que nos definen y a la vez nos diferencian; pero no todo es siempre tan fácil. Aprovechando la situación actual que tiene España, pienso que en ese aspecto somos un juguete, mejor dicho, nos tratan como tal. A pesar de que tenemos la libertad de elegir quién queremos que nos represente, nos damos cuenta, de que a la larga, todos ellos son iguales. Nos prometen cosas y nosotros les damos nuestra confianza, pero nunca hacen lo que nos proponen, nos utilizan, nos engañan. Somos sus títeres. Nos prometemos a nosotros mismos no volver a votarles, pero a los cuatro años, vuelve a pasar lo mismo, nos siguen engañando. En cierta parte, pienso que esa sensación de juguete, es porque nosotros mismos les permitimos que nos traten así. Permitimos que nos quieten nuestro dinero, dinero que pagamos como buenos ciudadanos cada año o incluso cada mes, y luego, cuando la única manera que tenemos de protestar es con las manifestaciones, también nos lo prohíben. Los humanos, en cuanto a decir si somos materiales o no, sigue sin estar una de las opciones al 100%, hay aspectos en los que somos una de las opciones y otras en la que somos la contraria, asique volvamos al principio. ¿Significamos algo en este mundo o realmente somos un juguete?                                                                                                                                            

sábado, 8 de febrero de 2014

Respeto ante todo.



Pienso que lo primero que tiene que haber entre la relación profesor alumno es un respeto mutuo. A partir de esa base, la relación también conlleva diálogo y entendimiento entre ambas partes. El profesor se tiene que mostrar amable, al igual que el alumno, a la hora de dudas, preguntas o incluso comportamiento. Pienso que un profesor “10” no es aquel que se sienta en la silla y explica, sino aquel que pregunta, pone ejemplos e interacciona con los alumnos, es importante que los alumnos vean esa diferencia en los profesores. Cuando un profesor es así, tiene más posibilidades de tener un ambiente bueno en la clase. Creo que sería bueno que los profesores tuvieran en cuenta las inteligencias de los alumnos, ya que hay muchas y cada uno puede tener una diferente; y a la hora de explicar, intentar hacerlo de manera que todos los alumnos, a pesar de tener ideas o inteligencias diferentes, lo entiendan. Una muy buena manera de hacer que los alumnos se entiendan entre ellos, es hacer que consigan desarrollar la inteligencia interpersonal, para poder hacer más llevadera las clases. Hay que intentar que los alumnos vayan más allá de un simple razonamiento, que sepan poner en marcha su imaginación. Sé que hay muchos de vosotros, que día a día, tenéis que dar clase a ese típico alumno/a que hace de las clases un continuo enfrentamiento entre ambos, para ello intentar tener muy presente a Freud y su explicación sobre “El Yo”, sublimar todo aquello que hace que vuestro “Ello” despierte.